El empleo de la biomasa ha causado un boom durante esta década debido a sus diversas aplicaciones: desde materia prima en instalaciones de uso doméstico a material en grandes equipos con fines industriales, pasando por pellets destinados al pienso animal.
Si hacemos un balance de las ventajas y desventajas de la biomasa, ganan las primeras: contribuye al autoabastecimiento energético, ayuda en la lucha contra el cambio climático y es una muy buena alternativa al petróleo, ya que es un recurso renovable que está mucho mejor distribuido a nivel mundial.
La biomasa es indispensable para la creación de pellets, que crece rápidamente debido a sus numerosos beneficios a nivel económico y ecológico. Cabe recordar que la materia prima de los pellets se somete a condiciones de alta presión y temperatura, lo que facilita la aglutinación de las fibras en su formación, aunque a veces es necesario añadir agua para mejorar las condiciones del proceso.
Comparación con otros combustibles
La eficiencia de las calderas de biomasa y estufas de pellets ha pasado de un 70 a un 93% gracias a la innovación y desarrollo en el sector de investigación de la biomasa, mientras que el rendimiento de las estufas de leña se encuentra en torno a un 40%. En comparación con el gasóleo, los pellets necesitan el doble de espacio de almacenaje, pero no producen malos olores al ser un combustible totalmente natural.
De igual manera, la inversión inicial de una máquina de pellets puede ser mayor que la de una caldera de gasoil, pero hay que tener en cuenta la inversión de combustible: en un año gastaríamos aproximadamente el cuádruple en gasoil, por lo que las cuentas deberían salir y comenzaríamos a ahorrar dinero muy pronto.
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